EL asesinato de Pedro Aramburu a cargo de la organización guerrillera Montoneros en 1970 fue uno de los primeros en el proceso que luego llevaría a la dictadura más sangrienta de la historia de Argentina. Hoy lo recordamos en la semana de la memoria de Crímenes perceptibles.
Pedro Eugenio nació en la provincia de Córdoba y sus padres fueron Carlos Aramburu Nuñez y Leocadia Cliveti. Ya desde chico mostró vocación por la carrera militar y en 1922 ya era subteniente. En 1933 se casó en Santiago del Estero con la maestra Sara Lucía Herrera Contreras con la que tuvo dos hijos: Sara Elena y Eugenio Aramburu Herrera. En 1939 ya era un reconocido Mayor del ejercito.
Su trascendencia histórica comenzó en 1955 cuando participó activamente en el derrocamiento de Perón por la revolución libertadora. En ese entonces habían puesto como presidente al general Eduardo Lonardi pero como era conciliador al peronismo el 13/11/55 las fuerzas armadas lo reemplazan por aramburu.
La revolución libertadora se caracterizó por buscar la "desperonización del país", por lo que se investigó y en algunos casos se procesó a los funcionarios del gobierno derrocado, se intervino la CGT, se destruyeron todos los símbolos del peronismo que habían sido incorporados al aparato del Estado y se llegó a prohibir la sola mención del nombre de Perón, quien pasó a ser llamado en los medios como el "ex presidente", el "tirano prófugo" o bien "el dictador depuesto". El peronismo contestó con una serie de huelgas y sabotajes, iniciando lo que dio en llamarse la Resistencia Peronista.
También se dejaron sin efecto los nombres alusivos al peronismo tales como Eva Perón, Juan Domingo Perón, 26 de julio, 8 de octubre, 7 de mayo y 17 de octubre entre otros, que designaban a calles, plazas, estaciones de subterráneo y de ferrocarril (la estación Presidente Perón retomó su nombre de Retiro), municipios, escuelas, hospitales y otros establecimientos públicos.
En la noche del 9 de junio de 1956 comenzó una insurrección cívico-militar comandada por el general Juan José Valle. El movimiento actuó en varias partes del país, pero fue rápidamente desbaratado
Por orden del gobierno militar fueron fusilados Valle y otros 17 militares, así como unos 15 civiles en lo que el escritor Rodolfo Walsh llamó más tarde la Operación Masacre.
Finalmente, Aramburu convocó a elecciones en las cuales no podía presentarse el Partido Peronista que continuaba proscripto, si bien lo hacían algunos nuevos partidos, llamados neoperonistas integrados por políticos peronistas. Perón optó por pactar su apoyo con Arturo Frondizi, quien ganó el 23 de febrero de 1958 y asumió el poder el 1* de mayo del mismo año, pese a las presiones de algunos sectores militares que se oponían, y Aramburu solicitó de inmediato su retiro del ejército.
Pedro Eugenio Aramburu fue secuestrado el 29 de mayo de 1970 en la primera acción pública de los Montoneros. En cautiverio, fue acusado por su accionar durante el Golpe de Estado de 1955, los fusilamientos de José León Suárez de 1956 y la desaparición del cadáver embalsamado de Eva Perón. La organización Montoneros denominó las acusaciones "juicio popular", y dispuso su muerte. Aramburu fue asesinado por Fernando Abal Medina de un tiro de pistola en el sótano de la estancia La Celma en la localidad de Timote (partido de Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires). Sobre esta muerte se escribirían posteriormente variados y extensos textos, aprobando o criticando la decisión de la organización guerrillera. Los Montoneros publicaron un reportaje el 3 de septiembre de 1974 en su revista "La Causa Peronista" en el que Mario Firmenich y Norma Arrostito relatan la operación.
La sentencia que se dictó a raíz de la muerte de Aramburu condenó a varios de los autores por el delito de homicidio, pero las penas no llegaron a cumplirse pues fueron aministiados al llegar Héctor José Cámpora a la presidencia.
En 1974 el cuerpo de Aramburu fue secuestrado con el fin de presionar al gobierno constitucional de Perón a traer el cadáver de Evita, que se encontraba en la quinta "17 de octubre" de propiedad de Perón en España. Este hecho fue reconocido por la organización Montoneros.
Sus restos se encuentran en el Cementerio de la Recoleta, en la bóveda que el arquitecto Alejandro Bustillo diseñó en 1972. Una calle en el partido de San Isidro (Buenos Aires) y un barrio de la Provincia de San Juan llevan su nombre
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